Un nuevo estudio demuestra, porque atletas como Callum Hawkins algunas veces se empujan hasta el colapso.
Puede que Callum Hawkins sea escoces, pero el no es ajeno al sol y el calor. Después de todo, el atleta de 25 años termino en 9no puesto en las olimpiadas de Rio 2016, después de haberse preparado con campamentos en climas calientes y en cabinas de calor, entrenamientos a 34 grados y 80% de humedad. Así que su colapso dramático en la etapa final del maratón de los Juegos de la Mancomunidad en Australia, que se quedo con los titulares, es un poco confuso. Faltando a penas 1 milla, el tenia una ventaja de 2 minutos, hasta que empezó a verse esforzándose para no caer y cayo 2 veces antes de ser sacado de la ruta en ambulancia. ¿Qué le paso?
El agotamiento por calor es un tema complicado. Por mas que queramos saber, por que Hawkins colapso, el misterio mas grande es ¿Por qué los otros competidores no colapsaron?. Después de todo, todos estuvieron expuestos a los 28 grados y al sol, dándolo todo por la gloria. Que es eso (que en la mayoría de los casos) nos restringe de seguir empujándonos hasta llevarnos a una zona peligrosa cuando entrenamos en el calor? Y, en los raros casos que cruzamos esa línea, ¿Qué pasa?
Un estudio de Sports Medicine, ofrece una ventana a algunas de estas preguntas. Un equipo de la universidad de Portsmouth, liderados por el fisiólogo Joe Cobbert, puso a ciclistas en una prueba contrarreloj de 20 km, en condiciones de calor, condiciones frescas con y sin competencia. En orden aleatorio, una prueba solo en condiciones frescas (11 grados celcius), una prueba solo en alta temperatura (30 grados celsius) y una prueba en alta temperatura contra un “competidor”.
El competidor, se supone que debía estar en una bicicleta estacionaria junto al ciclista, pero escondido detrás de una pantalla, con las posiciones en el recorrido siendo mostradas de manera virtual. Pero, eso solo era un truco. De hecho, los ciclistas competían contra el resultado que obtuvieron ellos mismos en la prueba en clima fresco. Numerosos estudios, sin mencionar las experiencias personales, demuestran que la competencia aumenta el rendimiento. Existen investigaciones, por ejemplo, que sugieren que tu percepción de esfuerzo es menor cuando compiten frente a otros atletas, porque desvían parte de su atención a su competencia y no están enfocados en su sufrimiento. Pero, ¿esto es suficiente para superar el efecto del calor en el rendimiento?
En una palabra, si. El promedio los tiempos de las pruebas fueron significativamente mas rápidos en la prueba solos fresca frente a la prueba solos caliente (35:31 vs 36:10), pero en la prueba caliente frente a un “competidor” los atletas promediaron 35:17. De hecho, 11 de los 18 ciclistas del estudio fueron mas rápidos en su prueba caliente con competidor. Por si mismo, el resultado del estudio no es sorprendente, ni revelador, pero hay algunos giros interesantes en los detalles.
Uno de los puntos clave en la prueba solo caliente, los ciclistas tomaron un ritmo menor relativamente temprano, mientras que su temperatura corporal estaba a penas por encima de lo normal. Así que, no bajaban el ritmo porque la sangre estuviera hirviendo y los músculos cocinándose, reducían el ritmo para evitar que eso pasara. En el transcurso de la década pasada, hubo mucho debate sobre si ese tipo de “medida preventiva” al bajar el ritmo es inconsciente, o si es simplemente reflejo de sentido común y experiencias previas. (Mi respuesta favorita a este tipo de debates es “quizás un poco de ambas”, pero una respuesta mas honesta seria “no lo se”.) Cual sea, parece claro que la percepción de que tanto calor sientes es tan importante como tu temperatura real, al momento de determinar el comportamiento de tu “pacing” inicial.
Esto es lo que particularmente intriga. Si miras solamente el aspecto fisiológico como la temperatura del tronco, el ciclista alcanza temperaturas mas altas cuando se enfrenta al competidor virtual en el calor, que cuando hacían la prueba solos en el calor. Eso es de esperarse, porque iban mas rápido y generaban mas poder. Pero sus medidas de percepción durante las dos pruebas, tomadas en seis puntos distintos de las mismas, fueron en esencia idénticas. Calificaron la “sensación termal” (que tan calientes se sentía) igual, y también la “confort termal” (que tan cómodos o incómodos se sentían en ese calor). Así es que, compitiendo frente a alguien, crea una “desconexión” entre que tanto calor sienten y que tanto calor realmente había. Quizás Hawkins tenia suficiente experiencia entrenando y administrando su ritmo en condiciones calientes, pero en el “calor del momento” por una medalla de oro, en una competencia internacional, su percepción ya no era confiable.
Hay otro giro intrigante en el estudio. Antes de que los ciclistas iniciaran, estaban sujetos a cuestionarios psicológicos. Dos grupos resultaron tener un power predicho. Esos mas propensos a tomar riesgos, tienden a alcanzar la mayor temperatura del “core” en sus pruebas frente a competidor, en comparación con la prueba solos a alta temperatura. Y los que reportaron tener “ellos mismos” mayor resiliencia, tuvieron mayo rango de mejoría entre ambas pruebas. Así es que si eres mentalmente fuerte, altamente motivado, y disfrutas hacer “base jumping” en tu tiempo libre, eres uno de los que los médicos deben estar bien pendientes en un maratón con altas temperaturas.
Habiendo dicho esto, creo que es valioso retirar lo que había dicho mas arriba: Toneladas de personas altamente motivadas a buscar riesgos se empujan a si mismos al máximo en climas calientes en el día a día y no terminan sufriendo “golpes de calor”. Nuestro mecanismo para administrar nuestros ritmos, y nuestro comportamiento, como sea que opere, generalmente hace un gran trabajo manteniéndonos a salvo. De vez en cuando, al un atleta sufrir de estos golpes de calor, resultan haber otros factores jugando un papel importante, una enfermedad reciente, uso de medicamentos, mala decisión al vestir, etcétera. Pero a veces, por alguna razón que no comprendemos, hasta los mejores y mas preparados atletas caen. Así que si estarás compitiendo en una carrera bajo estas condiciones, administra tu ritmo cautelosamente, y si el cuerpo empieza a sentirse extraño, busca ayuda.